El concepto de Europa, una realidad geográfica, cultural y política diversa, tiene sus raíces primero en la romanidad y luego en la Cristiandad medieval. Sin embargo, es a partir del siglo XVI, con el Renacimiento y la Reforma, en el momento en que sus naciones comienzan a tener un papel relevante en la evolución de la humanidad, que se generaliza el uso del término.
Y uno de los elementos que contribuirá a conformar esta realidad plural -a la vez que será también uno de sus frutos más sólidos- es el notariado, simbiosis precisamente de los dos fundamentos jurídicos que han configurado Europa, el derecho romano y el canónico. Nacido en los siglos XII-XIII, el notario se convertirá a partir de entonces en garante de la seguridad jurídica y moderador y árbitro de las relaciones entre los ciudadanos.
Por ello, los protocolos conservados en el Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona, uno de los primeros archivos notariales del mundo junto con los de Génova o París, se convierten en un testigo privilegiado para explicar un aspecto significativo de la historia de Barcelona: aquel que pone en relación la capital catalana con el amplio abanico de ciudades y países que han configurado la secular realidad europea, desde la época bajomedieval hasta la actualidad.
Esta exposición virtual, con una selección de treinta y tres documentos agrupados en seis ejes temáticos, quiere contribuir a hacer evidente este rol del notariado barcelonés en relación con Europa. Así, se muestran documentos representativos tanto del comercio medieval de todo tipo, con los puertos mediterráneos o atlánticos, como del proceso de industrialización en el siglo XIX, pasando por documentos de carácter cultural, artístico o social, todos de trascendencia europea, y redactados en diferentes idiomas del continente.